Sócrates una vez declaró, "Sólo sé que nada sé". Esta observación tiene especial significado en nuestro mundo moderno donde somos tan dependientes de la información y el conocimiento. En muchos aspectos hemos desarrollado una fe en la ciencia y la tecnología que nos han permitido progresar y lograr cosas con las cuales soñábamos. Las herramientas y conocimiento que ahora poseemos han amplificado nuestra capacidad de crear y destruir a tal punto que hemos desarrollado un sentido de la arrogancia.
Sin embargo, mucho del conocimiento que hemos desarrollado depende de la observación y experimentación que han generado más preguntas que respuestas. Esto plantea la cuestión de que tan fiable son nuestras observaciones en términos de la obtención de todo lo que hay que conocer. Si revisamos la escala del espectro electromágnetico conocido es impresionante ver cuan pequeño es nuestro campo de visión. Muchos de los fenómenos que observamos son en realidad secundarios y siempre abiertos a la interpretación. Esto explica en parte porque tenemos una historia de cambios en la forma que concebimos el universo, y estos cambios de paradigma seguramente continuarán por mucho tiempo.
Pienso que es seguro decir que hay tanto de lo cual no conocemos que un sentido de la humildad sería más apropiado. Nuestro conocimiento depende mucho de como entendemos y vemos nuestro entorno, y en muchos casos solo aplica a ciertas condiciones. De hecho, mucho de nuestro esfuerzo lo dedicamos a reproducir las condiciones en las cuales podemos aplicar nuestros conocimientos más fácilmente. Por ejemplo, las computadoras requieren electricidad y hemos dedicado muchos recursos a la instalación y mantenimiento de la infraestructura requerida para que funcionen. En términos de las comunicaciones, la medicina y la educación hemos hecho mucho progreso extendiendo nuestra influencia y bienestar a muchas personas alrededor del mundo.
Si asumimos una actitud de arrogancia hacia nuestro conocimiento entonces nos estaríamos limitando. Lo digo no solo en el sentido de limitar el alcance del conocimiento, sino también en cerrar nuestros corazones y mentes a otras posibilidades. En este sentido el Internet es un testamento de como nuestra apertura nos puede ayudar a aprender sobre nuestro entorno y progresar.
Mientras más consideremos otros puntos de vista, más reduciremos el riesgo de sesgar nuestros conocimientos con nuestro parcialidad. Es también importante estar pendiente del contexto y las situaciones en las cuales aplicamos nuestros conocimientos. Algunas veces tenemos la tendencia de querer aplicar conocimientos de manera universal sin pensar en las consecuencias. Creo que debemos complementar nuestro conocimiento limitado con una visión eterna y significativa. El verdadero conocimiento viene de aceptar que hay muchas cosas de las cuales no sabemos. Asumiendo una actitud de la búsqueda continua de la verdad puede ser nuestra manera de asumirlo.
sábado, 6 de febrero de 2010
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