martes, 13 de abril de 2010

¿Cómo aplicamos la ética?

¿Cuáles son los principios y valores que sirven como guía para los líderes? ¿Es la necesidad de realmente ayudar a la colectividad o se trata de obtener beneficios personales? La ética es vital para un buen liderazgo, ya que proporciona un marco de referencia aceptado que puede ayudar a determinar si se está tomando la elección correcta para el colectivo. Cada uno de nosotros tiene un punto de vista con respecto a lo que está bien o mal, pero hay reglas claras que nos ayudan a funcionar en sociedad y que deben aplicarse si se quiere un liderazgo eficaz.

Cuando la confianza se pierde entre los participantes, la estructura de trabajo en equipo y la visión se pierde. El modus operandi se vuelve cada hombre para sí mismo, debido a que la codicia se vuelve más importante que la voluntad de atender a las necesidades del colectivo. Un líder puede perder la integridad cuando se enfrenta a la tentación de abusar del poder y malversar los fondos públicos. Esta actitud de auto-indulgencia puede propagarse rápidamente, matando cualquier posibilidad de progreso. En este sentido, la corrupción es una enfermedad que desvía una gran cantidad de recursos requeridos para alcanzar nuestra visión y es sintomática de un mal liderazgo.

Para alcanzar los objetivos establecidos, todo el esfuerzo debe ir en hacer que la visión sea una realidad y no en el seguimiento de las ganancias personales. Cada uno de nosotros tiene la obligación de garantizar que los códigos éticos se sigan, y comprender las razones para hacerlo. Creo que los líderes tienen mucho más que ganar experimentando el éxito del colectivo a través del logro de los objetivos establecidos en la visión.

3 comentarios:

  1. La ética es un asunto complejo, los valores varian de acuerdo al entorno. Partimos de la creencia que los valores de la organización deben ser compartidos por todos y nos dicen lo que es importante para la empresa. Estos valores se suman (o deberian sumarse) a la imagen de la empresa. Deben contribuir a conseguir los objetivos de la empresa, de "una forma" especifica.
    Por ejemplo, si es un valor para la empresa la honestidad, no debería conseguir ganancias a través de la especulación o participar en ninguna actividad ilicita.
    Particularmente pienso, que si bien constituyen un código de conducta, no garantizan el cumplimiento de los objetivos.
    Por otro lado, lo deseable es que los objetivos personales de los empleados estén en sintonía con los de la empresa. Indudablemente, todos tenemos objetivos y es legitimo trabajar por ellos. El problema se presenta cuando hay un conflicto de intereses o cuando la falta de honradez (valor personal) lleva al fraude. Pero aquí hay mucha tela para cortar. Cuando se sabe realmente que una persona tiene un valor? Solamente cuando tiene la oportunidad de trasgredirlo y no lo hace, por ejemplo si una persona tiene un familiar con un problema grave de salud y requiere dinero, es mas suceptible de "cruzar la línea". Una persona no puede decir que es verdaderamente fiel hasta que se le presenta una oportunidad que realmente desea y la rechaza.
    Y cuales son los valores? lo que es un valor en una sociedad puede no serlo en otra, etc.
    Por eso te digo querido amigo, este es un tema muy complejo.
    Un abrazo

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  2. je je ese comentario me quedo tan largo como tu post..

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  3. Hola Zeucita, me gusta como has planteado la complejidad de este tema y creo que nos va a ayudar a diseminarlo mejor. Estoy de acuerdo contigo que el entorno dicta las fronteras de lo que se considera ético y le da un contexto a nuestros valores, tal como lo planteo en el artículo:
    http://filosofandoentreamigos.blogspot.com/2010/02/soy-el-dueno-de-la-verdad.html

    Sin embargo, creo que hay una relación directa entre el bienestar social y la ética que aplica el conjunto de sus ciudadanos. Por otro lado las organizaciones pueden compaginar la ética con sus objetivos económicos. Es ventajoso para las personas y las organizaciones buscar sinergías entre los objetivos que quieren alcanzar y la ética que aplican en su toma de decisiones. En contraste, es peligroso creer que la ética se interpone a los objetivos, particularmente cuando sienta un precedente que aumenta la inseguridad, el robo y la corrupción, que a su vez impiden que la sociedad opere con eficiencia y eficacia.

    Los valores orientados a robar y matar aumentan considerablemente la pobreza porque no llegan los recursos donde se necesitan, aumentan considerablemente los costes de seguridad para poder mantener un mínimo de orden, reducen la productividad necesario para el progreso porque los ciudadanos dedican sus recursos a poder sobrevivir y reducen los ingresos porque el entorno se vuelve menos favorable para invertir o comprar. Por su parte, las organizaciones tienen impacto en su imagen cuando actúan sin ética, lo cual se traduce en menos ventas y actividades. Al final de cuenta nosotros como seres humanos podemos decidir como aplicar la ética en nuestras decisiones, y atenernos a las consecuencias.

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